En la quedada mensual de EuskadienBTT de abril nos fuimos hasta Navarra, donde nos tenían preparada una ruta recorriendo entre otros sitios las espectaculares foces de Lumbier y Arbayún.
Nos dimos cita a los afueras de Liédena en el Hostal-Restaurante Latorre, tras los saludos de rigor iniciamos la marcha cruzando el puente sobre el río Irati que da entrada al pueblo para llegar hasta el edificio de la antigua estación de Liédena. Esta estación en otro tiempo perteneció al "Irati" el primer ferrocarril eléctrico de pasajeros que hubo en España y que recorrió desde 1911 a 1955 las comarcas de Pamplona, Aoiz y Sangüesa.
Desde allí comienza la vía verde que nos lleva junto al río hasta la entrada de la foz de Lumbier, donde hacemos una primera parada para visitar los restos del puente del Diablo o de Jesús del s. XVI que según cuenta una bonita leyenda, fue construido por el mismísimo diablo para ganarse el alma de una bondadosa esclava llamada Cliastela.
Tras la visita continuamos atravesando los túneles que si hicieron para el ferrocarril, donde conviene llevar algo de luz, para al salir de él y a pesar de haber estado por allí en muchas otras ocasiones, no podemos evitar quedarnos con la boca abierta al ver los escarpados paredones rojizos que sirven de morada y nido para los buitres leonados que nos sobrevuelan. Más abajo podemos disfrutar con las caprichosas formas que ha dejado el río horadando las paredes de la foz durante miles de años.
Llegamos hasta las afueras del pueblo de Lumbier donde cogemos un camino entre el río Salazar y la sierra de Leire que nos acerca hasta la entrada de la foz de Arbayún. En esta foz nos es posible adentrarse ya que no tiene caminos y esta protegida, por lo que cruzamos el puente para ascender por un sendero trialero hasta el pueblo de Usún.
Tras cruzar el pueblo cogemos los senderos que nos llevan hasta el espectacular paraje de La Cuesta, un paisaje que nos recuerda a Las Bardenas y su senda de los ciervos, donde nos pasamos un buen rato subiendo y bajando por sus escarpados montículos.
En seguida llegamos hasta los restos del despoblado de Adansa, donde hacemos un pequeño avituallamiento frente a la iglesia abandonada de San Juan Bautista, para luego visitar las ruinas de lo que queda de aquel antiguo lugar.
Desde aquí descendemos por un barranco hasta la carretera general y llegar hasta la entrada del pueblo de Domeño, donde continuamos hacia Arboniés y desde allí seguir por senderos hasta otro paraje singular de montículos desgastados. Así llegamos hasta Rípodas donde volvemos a cruzar de nuevo el río Irati y subimos hasta San Vicente, desde donde tras tras dar una vuelta por el pueblo continuamos por un camino junto al río hasta llegar a un curioso lugar en la finca Bordablanca, el Centro de Meditación de Irati.
Este curioso espació formado por un menhir situado en el centro del mándala del universo, en torno al cual se extienden ocho círculos concéntricos de piedra y cuatro piedras talladas en las esquinas con los símbolos más usados desde tiempos ancestrales: El Tao, la Flor de la Vida, el Sri Yantra y el Triskel Celta. El objetivo de este espació, además de armonizar el entorno, es ser usado para el crecimiento personal y lanzar mensajes positivos al universo.
Cargados de energía a tope, nos pusimos de nuevo en marcha y llegamos en un momento hasta Lumbier, donde cogimos el sendero que nos llevó de nuevo hasta la entrada de la foz, recorriéndola de nuevo en sentido contrario hasta llegar de nuevo hasta Liédena, donde finalizamos la ruta y nos metimos un buen homenaje comiendo en el restaurante.
Muy buena ruta que sin mucho desnivel nos lleva por bonitos parajes, divertidos senderos y lugares pintorescos. Sin duda para repetir algún día.
Agradecimientos
¡Cooooomo moooooola tooo! El vídeo con su banda sonora mola mogolonnnnnnnnnnnnn
ResponderEliminarLa hicimos parecida y nos gustó mucho, gracias!!
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