Sin tener que irse muy lejos, aquí mismo entre Bizkaia y Araba tenemos una entorno privilegiado para disfrutar con nuestra MTB de los colores del otoño, esta zona no es otra que el Parque Natural del Gorbeia.
Recorrer los caminos y senderos por sus tupidos bosques de hayas, robles, marojos, encinas o alisos mientras observamos como sus hojas van cambiando de color o se dejan caer a nuestro paso hasta cubrir por completo los suelos es un espectáculo para los sentidos difícil de olvidar.
El recorrido lo inicie desde Murgia, un buen sitio para empezar y acabar ya que tenemos un parking, el bar para el cafecito de inicio y la cervecita del final y la fuente, donde nos convendría coger ración doble de agua, si somos de beber mucho, ya que no encontraremos una fuente hasta llegar a Pagomakurre a mitad de recorrido.
Salimos de Murgia cruzando el túnel bajo la carretera llegando casi hasta Sarria, donde nos desviaremos hacia la derecha y por caminos iremos ascendiendo hasta el inicio del bosque donde vemos ya la entrada al parque.
Desde la misma puerta empieza el disfrute, el bosque estaba cubierto por una alfombra roja de hojas que no dejaba ver el suelo por lo que que había que rodar con un poco de cuidado por las posibles roderas. El terreno dejaba ya de ser todo ascendente y se convertía en un divertido rompepiernas por senderos disfrutones que pasan junto a unas antiguas tejeras y carboneras, para luego vadear unos riachuelos y que con el calor que hacia ese día no me importo pasar rápido y calarme un poco.
Subiendo y bajando por caminos cada vez más espectaculares llegamos hasta el merendero de la cantera de Gorbea, un bonito lugar recuperado donde pasar un buen rato en familia o con los amigos.
Continuando hacia arriba llegamos hasta el mágico paraje de Harrizuri donde el bosque se cierra tanto que el día se hace noche y la única luz es la que reflejan las piedras blancas que parecen brotar de la tierra cubierta de espigarri rojo.
Tras salir de este bosque encantado llegamos a las campas de Aldamiñape pasando junto a unos albergues y el tejo Aginalde, para luego coger la pista que nos hará descender rápidamente hasta llegar a un canal de agua, por donde podremos rodar un poco más sueltos mientras disfrutamos durante unos kilómetros de las vistas que se nos van abriendo a nuestra derecha, hasta que finalmente llegamos a un mirador, desde donde podemos disfrutar las vistas hacia el valle de Arratia.
En seguida llegamos a la pista que sube desde Areatza y que en pocos kilómetros nos deja en Pagomakurre, donde toco hacer un pequeño descanso para reponer fuerzas y coger agua para encarar los tramos más duros del recorrido.
Comienzo el ascenso a las campas de Arraba, mientras el agradable vientecillo sur que me había acompañado durante todo el camino empieza a soplar con más fuerza y dificulta más si cabe la dura subida hasta las campas, pero no consigue doblegarme y en menos tiempo del que me esperaba llego a hasta Arraba, acercandome hasta uno de sus miradores donde se puede ver mejor incluso que antes todo Arratia y más allá.
Cruce las campas hasta la fuente que hay junto al refugio de la federación para luego dirigirme hacia el paso de Gatzarrieta, tan peligroso y embarrado como siempre, donde tocó portear un poco la bici hasta cruzarlo.
Tras comenzar la bajada hacia Erigiñau me desvío hacia la derecha por un camino muy técnico cruzando un bonito valle con varios refugios hasta llegar hasta una dura subida que sin descanso va cogiendo altura de nuevo por una pelada ladera y donde por suerte esta vez el viento esta de mi lado y me facilita el ascenso.
Tras llegar al alto del camino, un nuevo y bonito valle con unos vaquerizas al fondo aparece a mis pies, raudo y veloz me lanzo por la pista hacia allí abajo, pasando al poco junto a ellas y continuando hasta llegar a una zona encharcada y embarrada en la que opto por lo teóricamente más fácil, cruzar por la parte embarrada y error!! meto las ruedas hasta los mismísimos bujes y casi salgo por encima del manillar.
Salgo de allí con barro hasta las rodillas para encarar el ultimo repecho, pero el viento es tan fuerte allí que me impide incluso girar hacia la izquierda y me veo obligado a echar pie tierra de nuevo para girar la bici. Incluso llegué a plantearme si parar y esperar un poco a que amainase el viento porque se estaba volviendo realmente duro y peligroso avanzar. Cabezón tiré hacia adelante y fui cresteando hasta llegar a un cercado de ganado donde me asome de nuevo a disfrutar de las vistas del valle y el Gorbea al fondo.
Desde allí comenzó una rapidísima bajada por la ladera del monte hasta el Menhir de Arlobi, donde hice una paradita a sacar fotos, y luego continuar con el descenso por el camino de un GR hasta el río Bayas. Paralelo a él recorrí unos bonitos kilómetros hasta llegar al Parketxe del Gorbeia, donde me salí de la pista por el aparcamiento para coger el camino que me llevaba hasta Sarria y desde allí volver por las campas por donde había comenzado la etapa hasta Murgia, finalizando así el recorrido.
Recorrido super recomendable para realizar sobre todo en Otoño y disfrutar del colorido de los arboles. Conviene estar un poco en forma, ya que hay mucho tramo con fuertes pendientes, sobre todo al inicio y el final, que junto con otros rompepiernas se le pueden atragantar a mas de uno. Sin duda para repetir el año que viene.
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